La sanación no es lineal

"Es por eso que me doy a la tarea de vaciar todo mi sentir en esta entrada de mi blog. Porque justo lo que quiero compartirles y al escribirlo para ustedes, recordarme a mí misma, es que la consciencia crece a saltos, de forma no lineal y de forma nada sutil. Los peldaños que componen este infinito ascenso hacia nuestro verdadero Ser, un ascenso que nos lleva al centro de lo que somos, se compone de momentos de expansión, luz, amor, paz, tranquilidad y dicha, pero ciertamente también de estos momentos infernales, densos, incómodos y dolorosos que tanto solemos rechazar y enjuiciar."

Dedicado para mi hermana del alma: Pilar

Justamente la semana donde uno de mis reels «decide» como por arte de magia algorítmica de Instagram, hacerse viral, experimento una de mis más agudas contracciones.

Enseguida les explicaré lo que significa desde mi perspectiva una contracción, porque cabe mencionar que antes de usarla para enseres del Ser, ciertamente yo consideraba una contracción, aquello que le da a una mujer en labor de parto.

Bueno, mas o menos la palabra nos sirve de analogía, porque las contracciones emocionales se sienten mas o menos así, como ese dolor agudo que experimenta el cuerpo de una mujer, cuando está dando a luz. O al menos así lo imagino. Un futura madre, está dispuesta a atravesar por tan intenso dolor, puesto que sabe que será temporal, y que una vez que pase, habrá valido todo la pena. En los procesos de despertar espiritual, mas o menos eso sucede. En momentos de contracción emocional o al darle luz a nuestra sombra, se experimenta un dolor de la misma intensidad en el cuerpo. La diferencia es que, cuando es proveniente de nuestras heridas internas, solemos pensar que nunca tendrá final, y no alcanzamos a ver la luz al otro lado del túnel. La desesperanza puede ser atroz.

Ciertamente esa frase que dice que el despertar espiritual no es un proceso romántico, sino más bien el desmoronamiento de todo lo que no eres, me parece cada vez más verdadera. Resuena en mi cuerpo con vehemencia e intensidad.

La gente muchas veces piensa, que al ser uno espiritual, anda siempre caminado por las nubes, con una sonrisa en la cara y en un estado de eterna e inamovible paz. Nada más falso que eso. Por eso siempre digo que el despertar espiritual no es para cualquiera, se requiere de una enorme dosis de amor propio, de deseo de transformación, y una gran valentía para enfrentarse a los demonios que han vivido bajo llave durante décadas. No estoy hablando de un curso de 21 días de afirmaciones positivas, estoy hablando de realmente meterte al infierno de tus heridas más antiguas, añejas y escondidas, que puedas imaginar. Sólo los valientes están dispuestos a mirar y a tocar con amor esos lugares que otros tapan durante toda su vida, que permiten que los consuman y esclavizen eternamente. Querer sanar, querer despertar a la verdad de lo que eres, requiere de supremo valor.

Definitivamente este proceso, tampoco es sencillo y mucho menos lineal. Muchas veces, durante mi propio camino, antes de empezar a sentirme mejor, sentí que iba en retroceso y que estaba peor que antes. Tuvieron que pasar muchas horas de malestar, de incomodidad y de confrontación, antes de siquiera comenzar a sentirme mejor. Era como dar pasos de fe en una escalera cuyos peldaños simplemente no podía ver. Hoy puedo decir con absoluta certeza en mi propia experiencia, que ha valido la pena.

No ha sido un paseo en Disneylandia, no ha sido para nada cómodo, por lo menos al inicio lo recuerdo como una depuración brutal. Imagina que cuando tienes una herida y vas al hospital para ser atendido de urgencia, lo primero que te harán los médicos es lavarte la herida. Con una serie de substancias y con una mecánica de tallado intenso, sin afán alguno de lastimarte, pero sí de limpiar a profundidad. Ellos desean ayudarte a que la herida sane, y sin embargo la primera fase de ese proceso duele y duele mucho. Si tu simplemente tapas la herida, miras para otro lado y le das un cuidado superficial, no te quiero contar la infección terrible que tendrás en unos días. Lo mismo pasa con nuestras heridas emocionales y nuestro proceso de sanación interna, la diferencia es que no podemos ver las heridas, pero eso no quiere decir que sean menos reales.

Al inicio de mi entrada, les dije que les compartiría lo que es desde mi perspectiva una contracción emocional. Ahí les va: la verdad es que se siente de la patada, algunas son mas intensas que otras, pero en general, es un momento encabezado por pensamientos del tipo de: «estoy peor que antes» «todo lo que he hecho para estar mejor no sirve» «No tengo remedio» y así sucesivamente con los agregados personales que cada Ego le suele adicionar, a la ya de por sí densa situación. Uno se siente pesado en el cuerpo, buscará distraerse o tapar, estarás desmotivado, desganado, con ganas de renunciar a todo y a cualquier mínimo esfuerzo por sentirte mejor. Son esos momentos en donde uno literal, siente el cuerpo pesado, se siente muy emocional y abatido o abrumado por los acontecimientos de la vida. A mí, me provoca una sensación de profunda victimez también, como que el mundo es demasiado avasallador y yo estoy profundamente rota y debilitada.

Como les comentaba, mi cuenta de Instagram que tanto amo y que me mantiene conectada a todos los que me leen y me siguen, creció de 20 mil a 84 mil seguidores en cuestión de días, y sigue creciendo. A la vez que yo atravieso una contracción feroz y aguda. «¿Porqué me siguen?» Preguntaba mi Ego, «si me vieran como estoy, saldrían corriendo». Lo anterior, un claro ejemplo del Ego, siendo el Ego. Entre que me sentía charlatana e hipócrita por tener una cuenta de desarrollo humano, consciencia y estar completamente devastada a la vez, hoy al fin he podido sacar la cabeza del caparazón. Admito con profundo amor por mí, que caí en mi antigua programación y que mi astuto Ego, me aprisionó como en los viejos tiempos. Hoy por fin, pude tratarme nuevamente, con el amor que siempre predico es el que cada una de nosotras se merece. Gracias Ego por quererme cuidar y proteger de posibles amenazas. Prefiero permitirme ser vulnerable y real, no necesito sostener una imagen de perfección, que es insostenible, soy humana, soy un proyecto de amor en evolución y esta bien abrazarme en mi imperfecciones y limitaciones.

Es verdad, que soy una mujer que presta servicio de coaching transformacional, pero también es cierto, que mi propia transformación sigue en marcha, y cada vez la percibo más profunda. Siempre hay mas consciencia, siempre hay mas amor.

Es por eso que me doy a la tarea de vaciar todo mi sentir en esta entrada de mi blog. Porque justo lo que quiero compartirles y al escribirlo para ustedes, recordarme a mí misma, es que la consciencia crece a saltos, de forma no lineal y de forma nada sutil. Los peldaños que componen este infinito ascenso hacia nuestro verdadero Ser, un ascenso que nos lleva al centro de lo que somos, se compone de momentos de expansión, luz, amor, paz, tranquilidad y dicha, pero ciertamente también de estos momentos infernales, densos, incómodos y dolorosos que tanto solemos rechazar y enjuiciar.

Así como lo oyes, son la misma cara de una moneda. Ambos se necesitan para que tu consciencia pueda ir dando saltos, vaya creciendo, expandiéndose cada vez más y robusteciéndose de forma inimaginable. En efecto, el dolor es un gran maestro, de los más estrictos, pero también de los más gratificantes. Siempre que se aparece en tu vida, una cosa puedes tener segura: tiene caducidad.

Que importante es, que cuando nos sintamos contraídas, recordemos esto caray. Porque es cuando con mayor facilidad, tiraremos a la basura lo que nos hace bien, nos alejaremos de lo que nos suma, nos sentiremos no merecedores de la felicidad y renunciaremos a lo que hemos construido con tanto esfuerzo. Está bien estar contraído, está bien sentir que no puedes con todo, está bien ser una psicóloga, un terapeuta, una coach que siente que está rota y que siente que no puede y no sabe por donde. Pero por favor, sólo recuerda que esto también pasará. Y que de tí depende usar este momento de sombra, como bloque de construcción de tu nuevo movimiento de expansión. No necesitas ser perfecta y estar completamente sanada, para poder prestar un servicio a los demás. Son precisamente las personas que mas han abrazado su sombra, las que pueden brillar con más fuerza.

Créeme que aunque parezca que estas peor que cuando empezaste, eso no es verdad. La expansión de consciencia siempre, inequívocamente es a la alza. Es verdad que tendrás retrocesos y sentirás que quieres morirte, así de intenso lo vivo yo. Pero eso siempre pasa. Siempre. Siempre.

Lo único que necesitas hacer, es volverlo a intentar al día siguiente, o mejor aún, en el siguiente momento. Siempre tienes la posibilidad de elegir algo nuevo. No eres tu pasado, por favor nunca lo olvides, eres lo que eliges en este momento. Y si estas eligiendo el amor en este momento, estás eligiendo lo más elevado para ti y para todos.

Llegar a desarticular creencias limitantes que están enraizadas en lo más profundo de nuestro inconsciente, es uno de los actos mas heroicos que podemos hacer por nosotros mismos como seres humanos.

No es fácil, es verdaderamente complejo y requiere de tanta paciencia, de tanta autocompasión y de ser implacable cada vez que eso se muestra, sale a flote y se manifiesta. No estamos hablando de cambiarte un par de calcetines, estamos hablando de las creencias mas profundamente enraizadas dentro de tu sistema operativo. Pero créeme, vale todo la pena y sí se puede suavizar, al menos así ha sido mi experiencia. Te mereces toda la paciencia que puedas darte a ti misma, estás haciendo una transformación profunda y de raíz.

Les confieso que esta semana que va pasando, fue para mí, volver a ver una de las parte de mi programación automática que hace tanto tiempo no veía. Uno de los aspectos más violentos y que durante tanto tiempo fue la constante en mi vida. Tenía quizá un par de años de no mostrarse y justamente la semana pasada por una serie de eventos, se me montó encima. Como si no tuviera consciencia, como si no supiera nada de mí misma, de mindfulness ni de meditación. Vaya secuestro express en el que me vi envuelta.

Antes, ese estado de violencia, era mi día a día, mi constante, y ahora ya no lo es. Pero vino a visitarme y fue terriblemente doloroso. La diferencia es, que ahora pude detectarlo con bastante agilidad, aunque me secuestró un par de días, con la ayuda de mis herramientas, puede hacerlo consciente y parar. Hoy que me siento mucho mejor, experimento aún en mi cuerpo, un dejo de nostalgia, como si me hubiera dejado una estela, una presencia velada. Simplemente me abrazo y confío, que en la luz de mi consciencia todo se disolverá, cuando tenga que disolverse.

Hoy quiero recordarte, que no importa como sea o como se vea tu camino y proceso, este, es siempre único. Por favor hónralo no comparándote con los demás, y siendo amorosa contigo. Quizá estás sanando una infancia que no fue fácil, así como yo, y estamos haciendo lo mejor que podemos, créeme, eso es más que suficiente.

Desde aquí, frente a mi computadora, con un corazón al desnudo te abrazo y te agradezco por tener el valor de mirarte y de buscar tu sanación. No estás sola en este proceso y cada vez somos más. Intentarlo cada momento después de tropezarnos, es de valientes, así que por favor no te rindas.

Todo, absolutamente todo, es parte de tu proceso.

Con infinito amor

Sandía

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