Todos son tus espejos
Ésta es quizá, la mayor de todas las verdades acerca de las relaciones. Y quizá lo único que necesita comprender para transformarlas todas.
En otras palabras, las personas que te rodean, siempre están reflejándote aspectos de tí. Si lo pones en perspectiva, esto es un maravilloso regalo, ya que te permite ver lo que de otra forma permanecería oculto. Y simplemente no podemos sanar lo que no podemos ver.
En los maravillosos espejos en forma humana, puedes verte a ti mismo, crecer y cambiar tus creencias sobre quién eres y sobre otras personas.
Ten por seguro que lo que enjuicas con mayor severidad y dureza en lo demás, son aspectos tuyos que aún no has abrazado. Cuando realmente dejes de enjuiciarte internamente, los juicios afuera y respecto de los demás, se disuelven. Y las relaciones se transforman.
Las cualidades que más admiras en los demás son parte de lo que tú eres y lo mismo ocurre con las cualidades que no te gustan en los demás.
Recuerda que para cambiar algo en tus relaciones, elige ser, el cambio que deseas ver.
¡El cambio empieza contigo y en ti!
Mi amoroso recordatorio de hoy